El lunes 2 de junio del presente año, fue el día en que regrese a ver televisión –aclaro que no me gusta verla y además no tengo tiempo, para ver ese aparato que yo llamo “la caja idiota”-. Primer programa a las 6:32 p.m. canal 13, Paty Chapoy y su programa que –creo- lleva 14 años al aire y por tanto debe de ser muy conocido, entre los telemaniacos. El programa aborda los siguientes, “importantísimos y culturales temas” (nótese el sarcasmo): la vida de personajes de la farándula (que si tal actor se peleó con su novia, que cierta actriz se va a divorciar porque sorprendió a su marido con otra mujer y una continuación de barbaridades); de repente se me ocurre cambiarle y me encuentro con el canal 9, en donde, pasan el mismo tipo de chismes, sólo que en otra empresa ¡ah! y mejores conductoras.
Para el martes 3, la prendo pasadas las 8 de la noche y comienzo a observar canal por canal, me encuentro con telenovelas, series televisivas, noticias; decido dejarle a una serie norteamericana llamada Drake y Josh, en la cual los protagonistas son hermanos y se ven metidos en una cadena de peripecias –debo admitir que me hicieron reír un rato las ocurrencias de estos dos personajes, tipo el ya clásico, gordo y flaco-.
Para el miércoles llevo tres días seguidos de ver televisión, y me siento muy decepcionado de comprobar que siguen siendo el mismo tipo de programas que los de años atrás, con el mismo tipo de contenidos y distingo que ahora hay un aumento en los comerciales y duran más tiempo. Lo que vi este día como a las 9:40 p.m. fue la telenovela “Vivir sin ti” y vuelvo a comprobar lo que antes escribí, sólo que ahora me pregunto ¿porqué tanta mala programación?.
Sospecho que el estado actual de los programas de televisión es desinformar a las personas, hacer que no piensen; es un medio de comunicación que mantiene incomunicado (que ironía –como en el comercial de la cerveza sol-). En una entrevista que le hicieron a –me parece- Emilio Azcarraga, hace algunos años, se le pregunto ¿Porqué sus canales pasaban tanta mala programación? y el respondió que era lo que la gente quería ver; le respondería que al menos yo no me siento extasiado con su programación y no es lo que quiero ver.
Para el martes 3, la prendo pasadas las 8 de la noche y comienzo a observar canal por canal, me encuentro con telenovelas, series televisivas, noticias; decido dejarle a una serie norteamericana llamada Drake y Josh, en la cual los protagonistas son hermanos y se ven metidos en una cadena de peripecias –debo admitir que me hicieron reír un rato las ocurrencias de estos dos personajes, tipo el ya clásico, gordo y flaco-.
Para el miércoles llevo tres días seguidos de ver televisión, y me siento muy decepcionado de comprobar que siguen siendo el mismo tipo de programas que los de años atrás, con el mismo tipo de contenidos y distingo que ahora hay un aumento en los comerciales y duran más tiempo. Lo que vi este día como a las 9:40 p.m. fue la telenovela “Vivir sin ti” y vuelvo a comprobar lo que antes escribí, sólo que ahora me pregunto ¿porqué tanta mala programación?.
Sospecho que el estado actual de los programas de televisión es desinformar a las personas, hacer que no piensen; es un medio de comunicación que mantiene incomunicado (que ironía –como en el comercial de la cerveza sol-). En una entrevista que le hicieron a –me parece- Emilio Azcarraga, hace algunos años, se le pregunto ¿Porqué sus canales pasaban tanta mala programación? y el respondió que era lo que la gente quería ver; le respondería que al menos yo no me siento extasiado con su programación y no es lo que quiero ver.
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