Sergio Zermeño
Investigador Titular “C”, T. C., Definitivo. Doctor en Sociología. Escuela Práctica de Altos Estudios en Ciencias Sociales, Universidad de la Sorbona, París. Doctorat en Sociologie. École Pratique des Hautes Études en Sciences Sociales, Université de la Sorbonne, Paris. Sistema Nacional de Investigadores: Nivel III
México: una democracia utópica
Se debe destacar que importantes corrientes en el seno de los movimientos en México han mostrado en distintos momentos fuertes divergencias en la percepción del adversario. Estas divergencias se pueden catalogar en dos grupos. La primera tendencia llamo la atención sobre la culpabilidad de los intereses extranjeros y las potencias imperialistas, se dividen as u vez, en tres tipos de manifestaciones:
a) aquella que sin haber perdido nunca la solidaridad con los movilizados, puso sin embargo el acento en la ingerencia de Estados Unidos y de sus agencias de inteligencia como promotores directamente interesados en la radicalización y el agravamiento del conflicto.
b) se puede destacar en seguida un segundo subgrupo que podemos calificar como el ala izquierda del sector profesionista (se postula decididamente en contra del régimen pero trata de crear una cobertura para la implantación de un polo de oposición democrático y nacionalista poniendo el énfasis en “la captura creciente de nuestra superestructura económica por los intereses monopolistas de los extranjeros.
c) en realidad, la dimensión imperialista se alterna con otros componentes que hacen el planteamiento más coherente y oportuno: “para esta generación está planteado resolver, militando activamente en las filas de las organizaciones de masas y en las organizaciones políticas revolucionarias, la tarea de liberar definitivamente al pueblo mexicano de las cadenas de la dependencia económica y política respecto a los monopolios internacionales.
La segunda tendencia puso el acento en un adversario interior de clase y, al igual que la Juventud Comunista, se expresa en el nivel de la base propiamente estudiantil (y sus mejores exponentes proceden de la Facultad de Ciencias Políticas, de la Escuela Nacional de Economía, de la Facultad de Filosofía y de la Escuela de Agricultura de Chapingo, principalmente).
Una aparatosa vanguardia encadenada a una triple dependencia
En la práctica institucionalización y ruptura, jamás se presentan nítidamente diferenciadas. Toda acción en un sentido aparece regularmente recubierta o perneada por la tendencia contraria, lo que produce la impresión de que el movimiento está constituido por una masa sin fisuras o divisiones internas y, por lo tanto, de que cada paso representa una elección especifica entre las muchas que podrían haber sido tomadas por los estudiantes o por sus cuadros dirigentes.
Esas fuerzas son al mismo tiempo internas y externas a lo propiamente estudiantil y proyectan trayectorias que ligan el juego de los sectores en le seno del movimiento con las dos grandes fuerzas que lo encuadran en el plano más general de la sociedad: el Estado y las clases populares.
La alianza interior se pone a prueba
Sin que se llegue a la ruptura franca de la alianza, la coyuntura del 27 de agosto empuja a cada sector interior a expresar posiciones más definidas. Después del 27 de agosto la base estudiantil joven y más activa se va desprendiendo paulatinamente del CNH: se separan así diálogo y enfrentamiento, y desde el momento mismo en que esto comienza a suceder, el Partido Comunista, mejor situado que el “ala dura” por sus posibilidades de alianza con los sectores profesionistas, logrará un control cada vez más amplio del Consejo General de Huelga.
El 29 de agosto, médicos residentes e internos del Hospital General se declaran en huelga y lo mismo hacen trabajadores de la sección 37 del Sindicato de Petróleos Mexicanos. Los vecinos de de la Unidad Tlatelolco deciden hacer un mitin para protestar por el ataque sufrido por la vocacional 5 ese mismo día. El ejército impide su realización.
El 30 de agosto, el CNH toma los siguientes acuerdos:
1) el domingo 1o de septiembre, día en que sería rendido el informe presidencial no habrá mítines ni manifestaciones estudiantiles en el Zócalo.
2) El Consejo está dispuesto a iniciar el diálogo con las autoridades lo antes posible, a condición de que el mismo sea público cese la represión policíaca y del ejército.
3) Las comisiones estudiantiles que dialogarán con las autoridades ya han sido designadas; solamente se espera que las autoridades confirmen su deseo de dialogar.
4) El Consejo desarrollará una ofensiva política entre todos los sectores populares.
5) El movimiento estudiantil no tienen relación alguna con la Olimpiada y no desea entorpecer su celebración.
La manifestación silenciosa y los actos del 15 de septiembre sólo lograron ocultar un poco el estado de estancamiento que apuntaba ya, de alguna manera, a la desarticulación, cuando ya comenzaban a agotarse los medios de movilizar a la base estudiantil y la presencia activa de ésta disminuía sensiblemente, tocaría al adversario, una vez más, la torpe e incomprensible iniciativa de abrir un nuevo ciclo en la dinámica de la acción y el conflicto.
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